Y para recibirlo qué mejor que The Bourgeois Pig… o lo que es lo mismo
El Puerco Burgués. Un superávit de quesos con los más altos
índices de sabor y apapachos calóricos, para preparar en forma y como Dios
manda, la hibernación. No es tan fácil
como creen. En estos lares uno tiene que
aprender a elegir que tomar y qué dejar.
Porque cualquier cosa extra es lo de más, cualquier cosa no elegida bien
es lo de menos. Todo a mediano y largo
plazo. Pero bueno. Estamos aquí para hablar de tocino y otros placeres,
no de un existencialismo improvisado y a medios chiles.
En el East Village, en el Este de la 7ma. Calle y la 1era. Avenida,
casi a media cuadra y entre dos farolas rojas, la entrada casi secreta, da paso
a este lupanar de quesos y otros ingredientes.
Como todo lo que hay por acá, un lugar
que aprovecha al máximo sus metros cúbicos y decide que donde comen 5, pueden
comer 8. ¿Por qué? Porque el espacio vital está limitado al codo
de tu vecino en la zona de bar y un poco más holgado en el comedor. Tampoco es como que sean dos areas muy
diferentes. Todo junto con pegado,
siempre.
Lo mejor para mi gusto, fueron los
foundues más atrevidos, que mezclaban
tocino con chocolate amargo y cerveza, generando una especie de mole. O el de blue cheese con miel y el de chorizo
con cotija, por contarles de los ingredientes más sobresalientes. ¡Ah!, porque había más en ese pote mágico y
calientito, que otorgaba una sonrisa en
cada sambullida del trinchito con la guarnición elegida.
O sea, el panecito, o la rebanada de
manzana o la colecita de Bruselas, la fresa o el espárrago, que pinchas y luego
sumerges en la ollita. Y el “ambiance”, como diría una buena amiga
entusiasta y colega del mundo foodie... El
“ambiance” le daba todo el sazón a este ecléctico lugar.
Si tienen frío y necesitan abrigarse con
algo de sabor, poniéndole una capita más de grasa al cuerpo, pero sin la necesidad de ser tan burgués, este recinto no los va a decepcionar. Porque a pesar de sus limitaciones espaciales, su Staff lo compensa con buenas maneras y muy de buenas, te dan la bienvenida sin necesidad de reservación.