En una casa restaurada, obra original del Arq. Luis Barragán, el Pop Food Condesa
nos daba la bienvenida en su primer mes de vida.
Qué bonita es esa ilusión de abrir las puertas a nuevas experiencias y recibir a brazos abiertos
a quién sabe quién, para asombrarlos y consentirlos con los más ricos apapachos culinarios.
a quién sabe quién, para asombrarlos y consentirlos con los más ricos apapachos culinarios.
Después de los ameritados aperitivos. En mi caso, dícese del tequila y su cerveza, que nunca perdono. Seguimos con un va y ven de indecisiones por no saber qué elegir. Y es que si bien, la carta no era la más extensa del planeta, todo se antojaba.
Así, que aprovechando el quorum y la indecisión acompañada de la gula, nos valimos del primer tiempo, para probar un poco de todo. Y luego, apostarle a nuestro más sincero antojo en los siguientes platos principales.
Y entonces vino primero un carpaccio con un pesto que ¡presto! Y una pizza de brie con trufa y setas,
qué ay Mamá, como me gusta la trufa –quién iba a decir que un hongo putrefacto le daría tanta alegría
a la boca y la nariz-.
qué ay Mamá, como me gusta la trufa –quién iba a decir que un hongo putrefacto le daría tanta alegría
a la boca y la nariz-.
Ah! Y no olvidemos los mejillones. Aunque no muy fan. Debo admitir que estos me convencieron.
Pero yo soy muy fácil de convencer cuando se trata de buena comida. Así que un consejo: prueben
porque a veces es mejor arrepentirse de haber probado, que de nunca haberlo hecho.
Pero yo soy muy fácil de convencer cuando se trata de buena comida. Así que un consejo: prueben
porque a veces es mejor arrepentirse de haber probado, que de nunca haberlo hecho.
Acto seguido llegaron los principales. Un “sándwich”, bueno así le llaman, porque la cama del filete
es un pan. Pero como decía, un filete término medio, con salsa de queso cabrales. Unos camarones
en salsa de municiones al azafrán con fritura de perejil. Y también hubo un atún. Qué permítanme contarles, si no era mi plato, sí lo probé y este comensal, o sea el que lo pidió, fue el que ganó.
Por último, pero no menos importante, un risotto primavera. Que equilibraba requetebién todos los ingredientes y texturas.
es un pan. Pero como decía, un filete término medio, con salsa de queso cabrales. Unos camarones
en salsa de municiones al azafrán con fritura de perejil. Y también hubo un atún. Qué permítanme contarles, si no era mi plato, sí lo probé y este comensal, o sea el que lo pidió, fue el que ganó.
Por último, pero no menos importante, un risotto primavera. Que equilibraba requetebién todos los ingredientes y texturas.
El vino en esta ocasión y ante la variedad del menú, fue un joven español de Mencía. Pero que según el Señor Robert Parker, no por nuevo, andaba nada mal. 90 puntos dice. Y que conste que el puntaje lo descubrimos luego.
Como era sábado y las niñas ;) nunca perdonan el postre. Pues que el apple crumble pie con helado
de vainilla aparece. Pero como no quería quedarse solo, un cheese cake lo vino a acompañar.
Dicen que los churros son la especialidad en postres de la casa. La verdad es que nos enteramos demasiado tarde. Si no. Seguro los hubiéramos pedido. Pero bueno. Eso nos da un pretexto para regresar a Bonito.
de vainilla aparece. Pero como no quería quedarse solo, un cheese cake lo vino a acompañar.
Dicen que los churros son la especialidad en postres de la casa. La verdad es que nos enteramos demasiado tarde. Si no. Seguro los hubiéramos pedido. Pero bueno. Eso nos da un pretexto para regresar a Bonito.