lunes, 16 de enero de 2012

Al fin y al cabo, mexicano. Y a mucha honra.

Y no lo digo por la impuntualidad para publicar esta emisión tan rezagada. 
Ni por cliché alguno con los que se nos asocian, condenan y básicamente, estereotipan. 
Lo digo sin cinismo alguno y con el pecho inflado de orgullo y gratitud a la tierra que me vio nacer 
y tanto me ha dado.  Porque en esta ocasión, no fue hasta que degusté en un restaurante mexicano, cuando encontré motivación para mi siguiente número.  Este número.




Pujol. Y si Pujol no les dice nada, Enrique Olvera les puede contar con los más preciosos sabores 
lo que un mexicano con talento puede hacer.

A todo aquél que esté familiarizado con los sabores de México, se verá sumamente identificado 
con lo que encuentre en el pequeño pero muy exclusivo comedor del Chef Enrique Olvera.  
Pero, con dos pequeñas grandes diferencias.  Una, que combina dichos sabores de una forma más que original y con el valor necesario, para arriesgarse a experimentar nuevas y sorprendentes formas.  
Y dos, que logra exitosamente presentar y posicionar nuestra cocina al mismo nivel que cualquier 
alta cocina del mundo.  Digamos que la reinventa, revaloriza e incluso le da una oportunidad 
a todo aquél que no se ha atrevido a probar alguno que otro ingrediente -ya sea por su aspecto, 
por su nombre o porque nunca se atrevería a probarlo en un contexto diferente- a que descubra 
y disfrute de lo bueno, pues.

Tan bueno, que por algo Pujol es el único restaurante de un chef mexicano en el Top 50 de los mejores restaurantes del mundo. 


















Debo admitir que iba con mis reservas.  Incluso se me había advertido de que tuviera cuidado 
con el ensarte del menú degustación. De que como en muchos otros restaurantes de la ciudad, 
les gustaba la práctica de empujarte lo más caro. 
Pues mis señores, no fue así.  Digo, tampoco es barato.  Ni económico.  Pero créanme que la atención 
del equipo y sus creaciones, lo valen.  Al menos para mi, sí.  Tan es así, que acabo sin duda alguna, 
de descubrir mi nuevo restaurante favorito. Que de paso y a mucho orgullo, es Mexicano.